En los últimos días, son muchas las noticias publicadas acerca de las irregularidades en la contratación de asistentes personales por parte de Pablo Echenique, persona discriminada por su diversidad funcional y Secretario de Organización de Podemos. En alguna de esas noticias, la información –carente de rigor– ha dado pie a publicaciones confusas, maliciosas o inciertas, que la Federación de Vida Independiente (FEVI) pretende aclarar.

A menudo, se confunde cuidador con asistente personal. Un asistente personal es una figura laboral que ayuda a las personas con diversidad funcional (ya sea esta física, sensorial, intelectual o mental), a realizar las tareas de la vida diaria que no puede ejecutar por sí misma. Estas tareas incluyen levantarse de la cama, higiene, ir al cine, visitar a un familiar o amigo, acudir al trabajo o estudios, comer o cenar, etc. Las personas con diversidad funcional no son enfermas, por lo que no precisan –en general– cuidados sanitarios; necesitan asistencia personal suficiente, con unas dotaciones económicas que cubran el número de horas que cada persona precisa.

Frente a la intervención de empresas de servicios o de la suspicacia del Estado ante la contratación directa por particulares, FEVI defiende con firmeza que la mejor manera de coordinar y gestionar los servicios de asistencia personal es a través de las Oficinas de Vida Independiente (OVIs), que se administran por el propio colectivo de personas con diversidad funcional, de manera que se parte de un profundo conocimiento de su realidad diaria. Una OVI ofrece apoyo al usuario en mejores garantías de servicio, mayor eficacia en el uso de los recursos y mejores condiciones laborales para los asistentes personales, servicios de apoyo y gestión, no monetizados, etc.

Las OVIs vinculadas a FEVI procuran asegurar las mejores condiciones para los asistentes personales, proporcionando una formación adecuada en la Filosofía de Vida Independiente, valorando su labor y procurando su sentimiento de pertenencia a la OVI. Unos contratos de trabajo dignos, que cumplan toda la normativa laboral vigente y con unas retribuciones suficientes es lo aconsejable para los propios asistentes personales y también para las OVIs. Cuanta más satisfacción exista entre los trabajadores contratados, más eficaz será el servicio que prestarán a los usuarios.

Así pues, FEVI desmiente enérgicamente el contenido de aquellas noticias y declaraciones publicadas con informaciones inexactas, algunas veces interesadas, y contrarias a la realidad. Todos los asistentes personales que prestan servicios en sus OVIs miembros están debidamente contratados, con unas retribuciones dignas –que a todos gustaría que fueran más elevadas–, pero que en ningún caso se quedan en «5 euros la hora», como se ha llegado a leer.